Los tejidos en la decoración

Popularmente, es muy conocido el dicho de que hasta que una casa no tiene cortinas, no está completa. Y es que los tejidos son el traje de etiqueta de cualquier hogar. El abanico de textiles al que actualmente podemos tener acceso en las tiendas de decoración es de una variedad casi innumerable. Si bien es cierto que existen fibras de calidad que permanecen impasibles a las tendencias, también contamos con otros materiales actuales de magníficas propiedades.
Cortinas: telas ligeras
El desconocimiento de la composición y de las características de los tejidos suele traer de cabeza a un novato en decoración. Determinadas fibras pueden resultarnos a primera vista perfectas para la confección de unas cortinas o para el tapizado de un sofá. Sin embargo, son numerosos los casos en los que la elección no ha sido la adecuada y hemos utilizado telas para menesteres para los que no están pensadas.
En primer lugar, tendremos que diferenciar correctamente el uso de cada tejido. Por un lado, existen telas específicas para la creación de visillos y cortinas. Estos elementos decorativos son el particular 'vestido' de nuestra casa y, por norma general, suelen pesar poco para un manejo más cómodo. Las cortinas están realizadas en telas de probada resistencia pero, al mismo tiempo, de tacto fino. Se caracterizan por tener una caída más ligera y liviana, dibujando ondas y aportando un aire vaporoso.
Los visillos se confeccionan en tejidos transparentes para que la luz pueda traspasar la ventana. Los tejidos opacos nos obligan a correr las cortinas para poder llenar de luz natural las estancias, mientras que los materiales livianos dejan pasar los rayos del sol y, además, preservan nuestra intimidad. Dos de los tejidos estrella para esta función son el hilo y el lino.
En función de nuestro poder adquisitivo, tendremos la oportunidad de apostar por telas más caras, como la elegante seda. Sin embargo, no es necesario desembolsar una gran cantidad monetaria, ya que disponemos de otras fibras similares como el rayón o el tafetán. Por su parte, el lino es más rígido que el hilo; éste último 'cae' más pesadamente. Consideraremos igualmente el incluir motivos florales o algún pequeño bordado o calado en las telas elegidas.
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